En el viaje al desierto de Tatacoa que hice con unos amigos comimos una arepa enorme con queso. Tomamos un café bien fuerte y compré unas achiras muy buenas. En el primer hostal donde quedamos la comida era casi igual a la que comemos en Bogotá: arroz, pollo frito, patacón, tamal, y en el desayuno, huevos pericos con chocolate. La única diferencia que noté fue que usan agua en vez de leche para preparar el chocolate. Vimos en la ruta muchísima lechona y un plato típico de la región que se llama Pepitoria, que se hace con cabra. También tomamos un guarapo muy bueno de caña y vimos unos lugares donde se vendía sancocho de cabra. En el pueblo de Villavieja hablamos con un chico que ha vivido allá toda su vida.
La comida favorita de Alex es la carne, ya que es muy dulce y tiene buen sazón y sabor. No tiene ninguna memoria relacionada con la carne. En Colombia, nos dijo, se come el pescado que es muy sano ya que no tiene químicos. El pescado viene del Magdalena. Aquí en su ciudad se come el chivo que también es muy sano y no le inyectan hormonas. Me dijo que no había probado la comida típica de Estados Unidos y así no sabe cómo es. No le gusta la sopa por el olor. Le parece saludable el pescado, y no la carne pero las verduras sí. En el desayuno como agua de panela con pan y huevos. En la navidad la familia de Alex como sancocho, de chivo (el típico de acá) o de res o de pescado. No hay pavo en Villavieja, o si se consigue es muy costoso. En su cumpleaños siempre come una torta de chocolate. Sabe preparar toda clase de comidas. La comida exótica para Alex es el conejo asado, que le encanta y que es casi como comer pollo. Nos contó también sobre unos cocteles que se hacen en Huila, uno de naranjas o de limón con aguardiente y hielo. La mayoría de la gente de allá, nos dijo, se emborracha así o con una mezcla de guarapo y aguardiente porque es económico.