El profesor Ramiro Delgado Salazar, de la Universidad de Antioquia, nos describe a los humanos como entidades que viene una ''doble condición de seres culturales y biológicos''. Esta condición se refleja fuertemente en nuestras elecciones y tradiciones en cuanto a lo que comemos. Comemos para sobrevivir como seres vivos y también para que sobreviva nuestra identidad cultural. Y la comida es todo. Se ha estudiado la comida desde muchas disciplinas: se han hecho investigaciones económicas, antropológicas, sociólogas, geográficas, estratégicas, religiosas, y militares.
El territorio de donde viene un grupo específico de personas tiene sus raíces culturales y las condiciones de esta territorio dictan lo que se puede cultivar allá, y así dictan lo que se come. Se insertan raíces de identidad en el territorio de donde proviene un grupo. Añade que ``comer es dirigir culturalmente el territorio’’, como nuestra cultura dicta cuales cultivos comemos y cuales no. Y dentro de la misma cultura hay varias maneras de alimentarse, como se ven en las diferencias entre clases sociales. Para cada individuo hay niveles de lo permitido y no permitido en cuánto a la comida.
Las selecciones de comida que hacemos reflejan nuestra relación con la naturaleza. Por ejemplo, en mi país hay una hierba muy abundante y comestible pero como crece en el césped, en los jardines de la gente, no se come. KC Chang, en su obra, identifica la comida como un sistema de comunicaciones que comunica mensajes sobre la sociedad y el individuo que come esa comida. Y, como señala Jack Goody, la comida y el sexo representan los dos procesos humanos más importantes: producción y reproducción.
O así era antes de la llegada del fenómeno que llamamos la globalización. Pero en la sociedad actual vemos que el mundo se pone mas homogéneo con respeto a la comida. En general se ha perdido, según el profesor Delgado, el respeto a la diversidad que teníamos antes como sociedad. Y cada grupo, antes, vivía su identidad a través de la comida. De estas partes de nuestro ser sólo se habla en ciertos contextos, pero se vive y se usa siempre. O, así era. Ahora que todos tomamos Coca-Cola y comemos las mismas marcas de papas fritas importadas de Estados Unidos, no se viven tanto estas identidades únicas. Y mientras en el mundo contemporáneo nos hemos alejado del origen de nuestros alimentos, tenemos muchas dificultades con la buena nutrición. La comida más procesada, parece, es menos saludable. En Estados Unidos, donde tal vez se come más este tipo de alimentos, 35% de los adultos tienen sobrepeso
Estamos perdiendo nuestras tradiciones de cocina. Durante casi toda la historia, la cocina era un espacio de soberanía para las mujeres. Incluso en muchos lugares se prohibía que entraran los hombres. Y ahora este espacio se está perdiendo, como las jóvenes casi no entramos en la cocina.
Comer, se dice, se encuentra en el punto crucial entre la vida y la muerte. Y nosotros en este momento nos encontramos en el punto crucial entre la vida y la muerte de nuestras culturas. Tenemos una elección muy importante, y totalmente propia, que nos decidirá el futuro de lo que tenemos para alimentarnos. Elegir lo típico, lo local, lo tradicional, nos ayuda a sostener y mantener los métodos de producción y de preparación tradicionales, mientras comer lo que nos venden en las publicidades hará desaparecer lo propio.
fuentes principales: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=58636104
http://www.canariascnnews.com/index.php/cultura/tendencias/item/399-los-alimentos-cultura-e-identidad